¿Quizás es que la tecnología es muy cara o enviar un mensaje con letras es caro? Pues tampoco. Fijaros en esto, hablar por el móvil supone que todo lo que decimos se convierte en datos para ser enviados. Concretamente se envían unos 90.000 bytes por minuto que salen a un precio medio de unos 15 céntimos. Pero es que un sms tan solo equivale a 140 bytes (fijaros en la diferencia respecto a la llamada) por el mismo precio que el minuto de conversación. Y la red se ocupa 600 veces menos pero nos cobran igual.
Y es ahora cuando diréis: “¡qué cabrones los de las compañías!”. Pues no tanto. Vamos, lo son, pero es que en un principio los sms’s se idearon para ser enviados muy de vez en cuando para situaciones importantes y para gente de negocios. Jamás habían pensado que este tipo de mensajes sería usados de manera tan continua por los jóvenes. Así que la culpa también es nuestra.
Y es que no debemos olvidar que el precio no es más que lo que la gente está dispuesta a pagar.
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