miércoles, 7 de marzo de 2007

Sobre la amigdalitis

Vaya, tras un fin de semana un poco ajetreado y en el que ha hecho frío (al menos por la noche), me empezó a doler un poco la cabeza y la garganta. Debe ser un leve resfriado o algo de menos importancia, pero me ha hecho pensar en una cosa: cuando a la gente le da muchos problemas la garganta y las amígdalas, suelen extirpárselas. Pero, ¿para qué sirven éstas?, ¿perdemos defensas al no tenerlas? La verdad es que he sentido curiosidad y os voy a explicar un poco lo que he encontrado por ahí.

Cuando nos duele mucho la garganta durante más de 48 horas, tenemos dolor de cabeza, fiebre, escalofríos y un sinfín número de síntomas más podemos pensar que tenemos amigdalitis. Es decir, que nos han inflamado las amígdalas. Pero, ¿qué son las amígdalas? Pues como curiosidad, una amígdala se le llama al órgano con forma de almendra. Las que tenemos en la boca (al fondo) son las denominadas palatinas (¡jo!, lo que aprendéis conmigo, ¿eh?). Pues bien, su función es ayudar a defender las vías respiratorias de posibles invasiones bacterianas. Así que ya sabemos que sirve como sistema de defensa.

Si tenemos amigdalitis y no se puede curar con antibióticos, lo más seguro es que nos las tengan que extirpar. Siempre me he preguntado si era conveniente perderlas puesto que servían como defensa. Buscando un poco más he encontrado la respuesta. Los científicos, tras muchos estudios, han determinado que la amigdalectomía (vaya palabra, ¿eh?, jajaja) no produce una inmunodeficiencia significativa.

Resumiendo:

  • Ayudan a protegernos de posibles infecciones.
  • Aunque son importantes, no son consideradas como un órgano de primera categoría a la hora de defendernos.
  • Por lo tanto, si nos las extirpan, prácticamente no perdemos inmunidad.

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